Este programa, ejecutado en convenio entre Méderi y Fundalectura, abarca la adquisición, organización, conservación y suministro de materiales y servicios bibliotecarios que pueden, conforme a las necesidades de cada paciente, contribuir a la atención integral para su recuperación, dar seguridad y alivio a su pérdida de autonomía, contribuir al mejoramiento de su rendimiento cognitivo y funcional, evitar la desconexión del entorno y fortalecer las relaciones sociales.

La función principal de “Leer para sanar” radica en la posibilidad de facilitar libros de distintas temáticas a pacientes y visitantes para que su estadía en nuestros hospitales sea más confortable, amena y provechosa.

Inicialmente “Leer para sanar” va dirigido a los pacientes que se encuentran en los pisos de hospitalización de los hospitales Méderi. En cada sede se ha estructurado un espacio para el almacenamiento del material y se capacitó a tres promotores (dos para el Hospital Universitario Mayor y uno para el Hospital Universitario de Barrios Unidos) quienes se desplazarán por los pisos ofreciendo a pacientes y familiares la posibilidad de un acompañamiento a través de un libro.

30 julio 2014

Caricias que se leen, amor que acompaña

Por: Yomar Liliana Rodriguez

Promotora de lectura Programa Leer para Sanar


Programa Madre Canguro, Hospital Universitario de Barrrios Unidos Méderi


La llegada de un bebé trae consigo el despertar de los mas sensibles deseos y de los mas esenciales temores. En un hospital esto es pan diario, madres, padres nerviosos, abuelas expectantes y familiares pegados al teléfono, ahora último al facebook y otras redes sociales, para publicar la primera foto del recién llegado al estadio de la vida.


Hay circunstancias en las que las historias de vida tejen encuentros con nuevos rostros y nos hacen compañeros de viaje, textualmente se va por un mismo camino y se lleva en brazos y pecho el más noble sueño, un hijo. 

El programa madre canguro lleva en nuestro país varios años y el hospital Méderi  en Barrios Unidos hereda la experiencia del programa Madre Canguro del Seguro Social, con más de 16 años de funcionamiento. Dando la posibilidad a las madres de bebés prematuros de continuar el proceso con sus pequeños hijos de manera natural desde el parto hasta el momento en el que considera ha concluido el proceso y se da inicio a una nueva etapa en la vida del recién nacido.  

Enfermeras, psicólogas, pediatras y trabajadoras sociales hacen parte de un grupo de personas que terminan siendo madrinas de estos nuevos seres, el apoyo que se le brinda a mamás y a todo el núcleo familiar es de amplio valor, mas aun cuando se integra a todo un compendio de actividades para unir el entorno familiar alrededor del pequeño, posibilitando nuevas nociones y aprendizajes  para los nuevos padres que aprenderán a interpretar desde el llanto de un bebé y los balbuceos,  inicio de diálogo y la buena relación entre las palabras y su significado.

Gran parte del mundo exterior se empieza a reconstruir en el acto de libertad del pensamiento, nuestros hijos llegan a contemplar su ser interior en el reflejo de un mundo nuevo. por eso cuando llegaron las palabras, aprendimos a nombrar el asombro y la sonrisa, un privilegio que día a día  en cada uno de los niños que empiezan a formar parte de nuestro planeta, por ello la fortuna grande de descubrir programas como madre canguro, donde cada uno cumple una noble labor, pero donde sin duda alguna el programa leer para sanar empieza a dar pasitos en voz alta a través de cuentos y textos que posibilitan enriquecer el  mobiliario del recién nacido no solo con cobijitas , semanarios y pañales, sino con un libro.

La cita la tenemos cada semana, con un nuevo rostro, con la emotiva presencia de padres dispuestos a sembrar en sus hijos no solo el hábito saludable de amar la vida y respetarla , sino de soñarla y de leerla y escribirla de nuevo.


22 julio 2014

El canto de las ballenas

Por: Yomar Liliana Rodriguez

Promotora de lectura Programa Leer para Sanar


“…Entonces, desde muy lejos en el susurro del viento, escuchó: ¡Lilly! ¡Lilly!Las ballenas la estaban llamando.”
Tomada de www.colegioaltamira.cl


El mar es como una vuelta al seno materno, un regreso a la tranquilidad, al eco mismo de ese infinito misterioso que nos permite ver el sol poco a poco recostarse sereno entre las ondas del agua.

Existe una comunión entre las palabras y el silencio,  una mezcla de influencias que decanta  en el encuentro. Hace apenas unos días alguien me  dijo una frase, que si bien no es nueva para mis oídos, me trajo una reflexión mas certera de lo que significa encontrar:“Cada cosa  nos revela un mensaje, no hay encuentros al azar”.  Esta frase  en apariencia tan sencilla  quedo galopando entre la realidad de mis días y la fantasía por el hallazgo, debo decir que no fue eco roto.  

Hubo una sonrisa por parte de la mujer que me dijo la frase, mis ojos, y  mi mano que recogía el libro que le había prestado, ese que poco antes ella entre lágrimas  me recibió asaltada por la hermosura de sus sublimes ilustraciones, casi sin negarse a la oportunidad de distraer el dolor que pateaba  su silla  sin dejarla por minutos cerrar los ojos y respirar, sin angustia.

Creo que a todos nos pasan pequeños asaltos de emoción diario, la rutina no puede cubrirlo todo, y menos en un lugar como este, donde las medicinas y la enfermedad sostienen un duelo, literalmente a muerte. Por eso cuando ocurren estos encuentros  entendemos lo valioso de lo fortuito, o  lo mágico de lo real, del encuentro, como me lo dijo esta mujer ya mayor, que acompaña a doña Teresita en la 308, esta mujer  que sin dejarse arrancar la esperanza de ver su madre salir de allí  sana, me permitió acercarme con un libro a su intimidad familiar, en el territorio de la memoria hay muchos deseos por dejarse encontrar pienso, hay ofrendas diarias a la sonrisa y al llanto, nunca la vida pasa en balde y por ello reafirmar que un libro no llega a la vida de uno porque si, me permitió reconfortarme en la idea de que el mejor oficio es dar, todos lo tenemos entre navegantes solitarios que somos y el mar de humanos que nos envuelve o nos arroja, tenemos el oficio de dar nuestros dones mas preciados, los mas elaborados, o eso que llamamos lo mejor de nosotros mismos .

La conversación con esta mujer me llevo  a releer el libro que hoy cito como titulo de este breve escrito: EL CANTO DE LAS BALLENAS, sin lugar a duda un bello libro álbum, no solo por sus imágenes, sino porque  en tan pocas palabras nos recoge, nos abraza y nos reanima en el deseo de creer.

Me asombro mucho como este libro la emociono  tanto que pese a los dictamen médicos mantuvo una serena visión de los sucesos,  como se acerco a mi y me pidió nuevamente el libro, y se lo mostró a su hermanos y demás familia, a modo de mensaje,  u  ofrenda literaria a la vida  misma.

Como en medio  de la tormenta que arrebata lo propio de las manos, se aferro a un mensaje que quizás yo, no entendí de manera tan honda, pero que para ella y los suyos permitió comprender con  unión y tranquilidad un acontecimiento tan perturbador como la muerte.

Conservo una breve nota suya la cual me entrego aquel día  antes de salir, y que decía así: “Cada visita suya estuvo llena de sorpresas, quiero decirle que el libro ha sido uno de los mejores, y que usted tiene una misión clara, entender y dar mensajes,  Muchas Gracias”  para serles honesta, esta es una de las mejores definiciones de la promoción de lectura, de las palabras que sanan.  Una frase más podría acotar a esta escrito, - un libro en un lugar no convencional de lectura, traza un viaje hacia la solidaridad de esta embarcación que se va agrietando,   embarcación que llamamos  cuerpo y que poco a poco acompañara la puesta del sol sobre la melodía de las ballenas.

EL CANTO DE LAS BALLENAS
DYAN SHELDON, Ediciones Ekaré 

11 julio 2014

Los días blancos


Por: Yomar Liliana Rodriguez

Promotora de lectura Programa Leer para Sanar

Es increíble la fuerza que el alma puede infundir al cuerpo.W Von Humboldt

Hay un libro diario. Hay alguna necesidad diaria por interpretar las letras que componen la palabra dolor, por hallar otro camino distinto al de la carrilera, al de la costumbre de llevar el tren hasta el final del camino.

9am  - se mueve el corazón con las ruedas,  esas que transportan el peso de 60 libros, mas de mil páginas y muchas experiencias. No es muy grande, pero su llegada hace que no solo la curiosidad se asome, también el silencio que a veces madruga entre las sabanas y que se aposenta en los rostros de los pacientes. Estamos ante el mutismo que da la enfermedad, el mutismo blanco de las paredes de un hospital, un lugar poco usual para muchos que piensan que leer es solo para bibliotecas o para otros momentos; pero una cosa se piensa, otra se siente, se observa.

 Este es un programa que lleva libros a los pacientes y a los acompañantes , no es quijotesco , ni un despilfarro, es un abierto deseo de brindar a otros la posibilidad de imaginar, de creer , de otorgar  la oportunidad que merecen los libros de llegar en el momento justo , la ocasión de pasar la página del momento y tocar palabras .

Leer para sanar es el nombre que lleva sobre sus ruedas el carrito, leer para sanar es la vivencia diaria de aquellos que no solo damos gracias porque llegue un libro a nuestras manos, sino el sentido claro y sublime de asentar el dolor y leerle un cuento para que se duerma y nos deje hacer; de pasar la página y hacer el cruce a la escritura de otra, de trazar el mejor comienzo, ese que nos la vida cuando nos sana en cuerpo y alma.

3pm – vuelven los libros, como niños después de un paseo, algunos mas cansados que otros pero satisfechos, porque entregaron algo mas que palabras.