Este programa, ejecutado en convenio entre Méderi y Fundalectura, abarca la adquisición, organización, conservación y suministro de materiales y servicios bibliotecarios que pueden, conforme a las necesidades de cada paciente, contribuir a la atención integral para su recuperación, dar seguridad y alivio a su pérdida de autonomía, contribuir al mejoramiento de su rendimiento cognitivo y funcional, evitar la desconexión del entorno y fortalecer las relaciones sociales.

La función principal de “Leer para sanar” radica en la posibilidad de facilitar libros de distintas temáticas a pacientes y visitantes para que su estadía en nuestros hospitales sea más confortable, amena y provechosa.

Inicialmente “Leer para sanar” va dirigido a los pacientes que se encuentran en los pisos de hospitalización de los hospitales Méderi. En cada sede se ha estructurado un espacio para el almacenamiento del material y se capacitó a tres promotores (dos para el Hospital Universitario Mayor y uno para el Hospital Universitario de Barrios Unidos) quienes se desplazarán por los pisos ofreciendo a pacientes y familiares la posibilidad de un acompañamiento a través de un libro.

22 julio 2014

El canto de las ballenas

Por: Yomar Liliana Rodriguez

Promotora de lectura Programa Leer para Sanar


“…Entonces, desde muy lejos en el susurro del viento, escuchó: ¡Lilly! ¡Lilly!Las ballenas la estaban llamando.”
Tomada de www.colegioaltamira.cl


El mar es como una vuelta al seno materno, un regreso a la tranquilidad, al eco mismo de ese infinito misterioso que nos permite ver el sol poco a poco recostarse sereno entre las ondas del agua.

Existe una comunión entre las palabras y el silencio,  una mezcla de influencias que decanta  en el encuentro. Hace apenas unos días alguien me  dijo una frase, que si bien no es nueva para mis oídos, me trajo una reflexión mas certera de lo que significa encontrar:“Cada cosa  nos revela un mensaje, no hay encuentros al azar”.  Esta frase  en apariencia tan sencilla  quedo galopando entre la realidad de mis días y la fantasía por el hallazgo, debo decir que no fue eco roto.  

Hubo una sonrisa por parte de la mujer que me dijo la frase, mis ojos, y  mi mano que recogía el libro que le había prestado, ese que poco antes ella entre lágrimas  me recibió asaltada por la hermosura de sus sublimes ilustraciones, casi sin negarse a la oportunidad de distraer el dolor que pateaba  su silla  sin dejarla por minutos cerrar los ojos y respirar, sin angustia.

Creo que a todos nos pasan pequeños asaltos de emoción diario, la rutina no puede cubrirlo todo, y menos en un lugar como este, donde las medicinas y la enfermedad sostienen un duelo, literalmente a muerte. Por eso cuando ocurren estos encuentros  entendemos lo valioso de lo fortuito, o  lo mágico de lo real, del encuentro, como me lo dijo esta mujer ya mayor, que acompaña a doña Teresita en la 308, esta mujer  que sin dejarse arrancar la esperanza de ver su madre salir de allí  sana, me permitió acercarme con un libro a su intimidad familiar, en el territorio de la memoria hay muchos deseos por dejarse encontrar pienso, hay ofrendas diarias a la sonrisa y al llanto, nunca la vida pasa en balde y por ello reafirmar que un libro no llega a la vida de uno porque si, me permitió reconfortarme en la idea de que el mejor oficio es dar, todos lo tenemos entre navegantes solitarios que somos y el mar de humanos que nos envuelve o nos arroja, tenemos el oficio de dar nuestros dones mas preciados, los mas elaborados, o eso que llamamos lo mejor de nosotros mismos .

La conversación con esta mujer me llevo  a releer el libro que hoy cito como titulo de este breve escrito: EL CANTO DE LAS BALLENAS, sin lugar a duda un bello libro álbum, no solo por sus imágenes, sino porque  en tan pocas palabras nos recoge, nos abraza y nos reanima en el deseo de creer.

Me asombro mucho como este libro la emociono  tanto que pese a los dictamen médicos mantuvo una serena visión de los sucesos,  como se acerco a mi y me pidió nuevamente el libro, y se lo mostró a su hermanos y demás familia, a modo de mensaje,  u  ofrenda literaria a la vida  misma.

Como en medio  de la tormenta que arrebata lo propio de las manos, se aferro a un mensaje que quizás yo, no entendí de manera tan honda, pero que para ella y los suyos permitió comprender con  unión y tranquilidad un acontecimiento tan perturbador como la muerte.

Conservo una breve nota suya la cual me entrego aquel día  antes de salir, y que decía así: “Cada visita suya estuvo llena de sorpresas, quiero decirle que el libro ha sido uno de los mejores, y que usted tiene una misión clara, entender y dar mensajes,  Muchas Gracias”  para serles honesta, esta es una de las mejores definiciones de la promoción de lectura, de las palabras que sanan.  Una frase más podría acotar a esta escrito, - un libro en un lugar no convencional de lectura, traza un viaje hacia la solidaridad de esta embarcación que se va agrietando,   embarcación que llamamos  cuerpo y que poco a poco acompañara la puesta del sol sobre la melodía de las ballenas.

EL CANTO DE LAS BALLENAS
DYAN SHELDON, Ediciones Ekaré 

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