Este programa, ejecutado en convenio entre Méderi y Fundalectura, abarca la adquisición, organización, conservación y suministro de materiales y servicios bibliotecarios que pueden, conforme a las necesidades de cada paciente, contribuir a la atención integral para su recuperación, dar seguridad y alivio a su pérdida de autonomía, contribuir al mejoramiento de su rendimiento cognitivo y funcional, evitar la desconexión del entorno y fortalecer las relaciones sociales.

La función principal de “Leer para sanar” radica en la posibilidad de facilitar libros de distintas temáticas a pacientes y visitantes para que su estadía en nuestros hospitales sea más confortable, amena y provechosa.

Inicialmente “Leer para sanar” va dirigido a los pacientes que se encuentran en los pisos de hospitalización de los hospitales Méderi. En cada sede se ha estructurado un espacio para el almacenamiento del material y se capacitó a tres promotores (dos para el Hospital Universitario Mayor y uno para el Hospital Universitario de Barrios Unidos) quienes se desplazarán por los pisos ofreciendo a pacientes y familiares la posibilidad de un acompañamiento a través de un libro.

03 julio 2011

Bonito debo hacer!


Hospital Universitario Mayor
Piso: 7
Promotora: Margoire Pacheco

El 23 de junio, recorriendo el 7 piso, al entrar a una de las habitaciones, vi a don "Arturo", le presenté el programa y le pregunte si deseaba leer algo. Él tenía una máscara de oxígeno y no le entendía muy bien lo que decía: hablaba y miraba hacia varios lados. Le ofrecí los géneros literarios que tenía y me dijo que un poema, le pregunté: ¿Desea leerlo usted o se leo yo?, pero me respondió que se lo prestara, que él lo leía. Cuando fui a entregarle el libro, noté que tenía las manos atadas a la cama, por lo que le dije,  “Don "Arturo", mejor le leo yo ahorita  y más tarde le prestó el libro, le parece?” respondió que bueno, entonces comencé a leerle unos poemas. 

Al principio don "Arturo" no paraba de hablar, pero mientras le leía, se iba calmando. Al final quedó en silencio y mirando hacia la ventana. Cuando terminé le dije que iba a seguir el recorrido y que más tarde volvía a leerle si quería, me despedí y seguí con el recorrido. Al terminar la jornada volví de nuevo al cuarto de don "Arturo" quien seguía hablando solo. 

Le pregunté si quería que le leyera más, me dijo: “Sí, bueno, otro poema”, pero que llamara a una señora que creo que su nombre era Martha, y le dijera que él se tenía que ir ya, que no quería estar mas allá, que le soltara mas manos, a lo que le respondí que no lo podía soltar porque me regañaban, y que esperara a los doctores que ya estaban pasando por las habitaciones, me dijo que no, que nadie iba a ir, que le llamara a la persona que él quería, le dije “vamos a hacer una cosa, le leo mientras espera a que lleguen”, dijo que bueno, le leí una historia de aventuras, contada con adivinanzas, escuchaba, al parecer atento y por momentos se reía, al final me despedí y salí del cuarto, con la satisfacción de sentir que le había colaborado en algo a don "Arturo", para que  por un momento su mente saliera de la realidad y tuviera un rato diferente, dejándose llevar por una historia en poesía, que tuviera un rato bonito...y mas me alegra sentir que contribuyo haciendo algo bonito.......pues "bonito debes pensar, luego, bonito debes hablar ahora, ya mismo bonito debes empezar a hacer" Hugo Jamioy Juagibioy.

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